ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea) - Revista Espacios – Vol. 43, Nº 05, Año 2022
MUÑOZ-VIQUILLÓN, P. et al. «El comportamiento de los estudiantes universitarios ante el consumo de azúcares»
Los autores Schifman & Lazar (2010) aseveran que, dado que el azúcar parece satisfacer un deseo específico y al
hacerlo, incrementar su consumo, se hace necesario comprender qué es lo que hace que funcione dicho
consumo, ¿cómo, por qué sube y en qué condiciones?
El término azúcar se utiliza para describir a una amplia variedad de alimentos con grado diferentes de dulzura.
Por una parte encontramos los azúcares procesados como la glucosa, la fructuosa (azúcar de las frutas), la
galactosa, la sacarosa (azúcar de mesa común), la dextrosa, la lactosa (azúcar de la leche), la maltosa. Por la otra,
aquellos que da la naturaleza como la miel, el azúcar de maple o el azúcar de palma. Entre sus sustitutos podemos
encontrar los edulcorantes provenientes de los alcoholes del azúcar. Un tipo de edulcorante reducido en calorías
puede encontrarse en productos etiquetados como “libres de azúcar” “ligth” o “sin azúcar agregada”,
encontrando entre ellos: el sorbitol, xilitol, manitol, isomaltitol, maltitol, lactitol, hidrolizados de almidón
hidrogenados (Biblioteca Nacional de Medicina, MedlinePlus, 2022)
El objetivo principal de los azúcares es proporcionar energía al organismo junto a las grasas y los carbohidratos,
contribuyendo a una mayor resistencia física y mental al participar en los procesos metabólicos del mismo,
regenerando las células cerebrales orgánicas para las actividades diarias de los seres humanos (Latham, 2002).
Esto tiene lugar con el proceso de oxidación catabólica que transforma la glucosa en moléculas pequeñas y
simples. Este proceso conocido como metabolismo facilita que se lleve a cabo un conjunto de reacciones
químicas y fisicoquímicas que tienen lugar en todas las células vivas del organismo. (Van Den Berg, 2018). Entre
las propiedades de los azúcares y sustitutos se destacan las organolépticas (a), impregnan sabor dulce a los
alimentos, conservan la calidad y frescura de diferentes productos (b), actúan como conservantes en
mermeladas y gelatinas, mejoran el sabor de las salsas, carnes procesadas (c), proporcionan fermentación para
panes, bebidas alcohólicas (d), agregan cuerpo a las bebidas carbonatadas y volumen a los helados (tal como se
refiere en MedlinePlus.com).
Desde el punto de vista alimentario, el azúcar simple es un monosacárido que contribuye a la salud, es esencial
en una dieta equilibrada y tomada con moderación. Las principales fuentes dietéticas de azúcares son las frutas,
los zumos de frutas, algunos vegetales, la leche y algunos productos lácteos y alimentos a los que se añade
sacarosa o hidrolizados de almidón, (por ejemplo, jarabes de glucosa o con elevado contenido en fructosa) tales
como bebidas carbonatadas, bollería, dulces y productos de confitería (Plaza-Díaz, Martínez y Gil, 2013)
Nuestras neuronas prácticamente dependen de esta sustancia, el cerebro consume 5,6 miligramos de glucosa
por cada 100 gramos de tejido cerebral por minuto, este consumo representa el 20 % del gasto de energía total
que fabrica el organismo, aun cuando el cerebro sólo represente el 2 % del peso corporal (Van Den Berg, 2018).
El azúcar aporta menos calorías que otros carbohidratos: 4 kilocalorías por gramo en el caso de los azúcares y al
menos la mitad de estas calorías en el caso de los alcoholes del azúcar. Con la ingesta de azúcar los hombres
pueden obtener hasta 144 calorías por el consumo de 9 a 10 gramos, mientras que las mujeres hasta 80 calorías
por cada 5 a 6 gramos ingeridos (Mayagüez, s.f).
Ligado al impacto que tiene el azúcar simple en la salud está su consumo, nos surja la siguiente interrogante
¿cómo se comporta el consumo de este producto a nivel mundial?
1.1. Consumo mundial de azúcar
El estudio Perspectivas Agrícolas 2019-2027, publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
(OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señala que el
creciente consumo de alimentos procesados y de preparación rápida, ricos en azúcar y aceites, causa problemas
de salud. Es estudio agrega que “se espera que la ingesta per cápita de azúcar y aceite vegetal aumente en el
mundo en desarrollo, ya que la urbanización en los países en desarrollo conduce a una mayor demanda de