ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea) - Revista Espacios – Vol. 43, Nº 05, Año 2022
RICHARDSON F. & LEON G. «Modelo para potenciar la integración de las tecnologías de la información y
comunicación en escuelas públicas de República Dominicana»
Según un estudio regional llevado a cabo por UNESCO (2013), a pesar de que la República Dominicana está entre
los países que han puesto en marcha las iniciativas en políticas, planes de acción, para llevar a cabo el proceso
de integración de las TIC en la educación (la muestra más reciente es el programa República Digital), en ninguna
de las escuelas públicas del país existe la Enseñanza Asistida por Computador (EAC), y de igual manera, la
Enseñanza Asistida por Internet (EAI). Estas acciones han sido implementadas sin ningún tipo de garantías de
sostenibilidad, dado que por ejemplo, una de las principales condiciones en el uso de las herramientas
tecnológicas es la existencia del abastecimiento permanente del servicio de electricidad en las escuelas, y de
acuerdo al diagnóstico realizado, menos de la mitad de las escuelas primarias y secundarias (43% y 34%
respectivamente) cuenta con este tipo de servicio para apoyar la integración de las TIC en el aula. Solamente
Nicaragua obtuvo peor puntaje en los países que conforman la región.
Varios estudios llevados a cabo por el Ministerio de Educación de República Dominicana (MINERD) para hacer
un diagnóstico general del estado de situación del proceso (MINERD, 2016a; MINERD, 2016b; MINERD, 2016c),
dieron como resultado la existencia de una baja cultura digital en el contexto educativo. De igual manera, según
el análisis realizado a estos estudios por los autores de esta investigación, es prácticamente inexistente el uso de
las herramientas TIC en el aula, existe un uso inadecuado de los recursos tecnológicos que se utilizan, falta (o
deficiencia) en la conectividad de internet en las escuelas, una gran cantidad de escuelas no tienen la estructura
idónea para implementar la tecnología en el aula, y hay pocos docentes con un nivel adecuado de competencia
TIC para poder lograr el objetivo deseado.
Lo anteriormente expuesto se refleja en los resultados de la investigación de Richardson y León (2018), quienes
diseñaron un instrumento para diagnosticar el nivel de madurez en la adopción de tecnología escolar en la
educación pública de República Dominicana que consta de cinco (5) dimensiones (sector educativo, centros
educativos, competencias TIC docente, metodologías para la enseñanza basada en TIC y competencias TIC
estudiante) para las cuales se pueden establecer cinco (5) niveles de madurez (tecnología objetivo, tecnología
avanzada, tecnología en desarrollo, tecnología temprana y tecnología objetivo, siendo esta última la de menor
categoría) que permiten crear el perfil tecnológico de la escuela, del distrito educativo y tambien de las
regionales, com está dividido el sistema de educación de la República Dominicana.
Como resultado de la aplicación del instrumento, de acuerdo a Richardson et al. (2018), el perfil tecnológico más
frecuente fue de tecnología nula en las escuelas encuestadas, debido a que prácticamente es inexistente la
implementación del uso de las herramientas tecnológicas en el aula. Entre los datos que más se destacan están
la falta de planificación y presupuesto TIC en las escuelas públicas encuestadas, así como también, el bajo nivel
de competencias TIC tanto en docentes como en estudiantes.
Finalmente, parte del fracaso en la obtención de los resultados esperados en cada uno de los proyectos que han
sido analizados en este acápite, se deben a las políticas aisladas y no sostenibles, así como a la falta de una
planificación estratégica que permita dar respuesta a la deseada integración de las TIC en el aula, teniendo el
sector educativo, como principales retos, los siguientes: 1) Acceso a la educación; 2) calidad de la educación; 3)
las desigualdades sociales; 4) competencias del docente; 5) metodologías para la enseñanza; y 6) el uso de las
TIC en la educación como principal herramienta de apoyo a la consecución de la mejora de los elementos
anteriores.
En ese sentido, y República Dominicana no ha sido la excepción, no se ha diseñado una solución que permita
establecer una estrategia que responda a las particularidades de cada escuela, y que, bajo una metodología de
gestión de proyectos, permita controlar los recursos y los riesgos que se presentan, situación que se desea
contrarrestar a través del modelo propuesto en esta investigación.