José Manuel Martínez. Universidad Central de Venezuela
La organización institucional utilizada en los países industrializados, en relación a la informática, ha, sido observada regularmente por los organismos oficiales de muchos países, a fin de adaptar su propia organización y decisiones a los rápidos cambios que se producen en este sector, teniendo presente las experiencias de otros países semejantes o más avanzados. También ciertos organismos internacionales, como UNESCO y el IBI, han analizado y reseñado las diferentes experiencias, para facilitar a los países en vías de desarrollo la toma de decisiones sobre esta materia.
A partir del estudio preparado en Francia en 1979, (1) ya citado anteriormente, se pueden resumir algunos elementos interesantes sobre la organización institucional en este sector. En ese trabajo se enumeran en forma separada varias áreas de interés:
a) Políticas nacionales: Canadá fue uno de los primeros países que se preocupó por darle una respuesta política al conjunto de dificultades derivadas de la utilización de la informática. A partir de los años 70 produce una serie de informes sobre planificación y desarrollo de la informática, protección de la vida privada, relación entre las tecnologías de informática y telecomunicaciones, consecuencias económicas y de cambio social originadas por la informática, etc. Muchos de los planteamientos y temas considerados por los canadienses fueron rápidamente tomados por especialistas gubernamentales de otros países y originaron importantes estudios, enunciados y acciones, tales como los de Japón, Alemania Occidental, Francia, Estados Unidos, para la definición de “políticas nacionales de información” o “estrategias de informatización”.
En el caso de Canadá, al igual que en el de los Estados Unidos, la respuesta institucional es compleja, debido a su organización de tipo federal. En los otros países progresivamente se fueron creando estructuras centrales encargadas de definir una política y de controlar su desenvolvimiento. Del grupo de países analizado en este informe (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania Federal, Hungría), este último era el único que ya para esa fecha tenía un plan integral para el desarrollo de la informática.
b) Utilización en la administración pública: En todos los países el Estado fue desde un comienzo el principal usuario, primero en aplicaciones científicas y después en los voluminosos trabajos de rutina de la Administración Pública. Por eso, ante los altos costos que esta tecnología tenía en los años 60, los Estados se preocuparon de coordinar los mercados de las diversas instituciones públicas, la utilización y el desarrollo de aplicaciones de utilidad compartida. Así se pusieron en práctica políticas nacionales de equipamiento y se crearon unidades administrativas especiales o se asignaron funciones particulares a las instituciones de coordinación administrativa ya existentes. Las importantes necesidades y ‘demandas del Estado contribuyeron directamente a que se realizaran importantes desarrollos de la propia tecnología, por ejemplo: la interconexión de computadores en base a los requerimientos del Ministerio de la Defensa en USA, los sistemas de información en línea para la policía, el manejo de ficheros y bases de datos para la administración pública. Como consecuencia de estas necesidades, en algunos casos se llegó a la puesta en práctica de una política nacional de equipamiento y a la organización de comisiones interministeriales encargadas de coordinar el desarrollo del sector, las cuales sirvieron de base, posteriormente para la definición de políticas nacionales, reglamentaciones o planes de estímulo al desarrollo industrial.
c) Equipos y programas: Todos los países estudiados estimularon ya para esa fecha la fabricación de equipos informáticos, estableciendo políticas de adquisiciones del Estado a las Empresas nacionales y mediante la creación de industrias nacionales con participación de capital estatal (en ICL de Inglaterra un 25% es estatal, en BULL Francia y en una empresa sueca el Estado participa con cerca del 50%). Si en los Estados Unidos la política de libre competencia es la que orienta el papel industrial del Estado, el desarrollo de esta industria ha estado fuertemente apoyado por contratos para los programas espaciales y de Defensa desde los años 50, produciendo grandes y rápidos beneficios a las empresas, las cuales no han requerido, entonces, de más apoyo para desarrollar el propio mercado americano, donde venden la mitad de su producción.
d) Educación y formación: Todos los países desarrollaron cursos universitarios, y muy pronto también introdujeron la informática en la educación media, orientados sobre todo al conocimiento de la teoría, dejando mucha libertad para que la difusión de los aspectos prácticos de las aplicaciones fueran manejados libremente por instituciones privadas, casi sin ningún control. Igualmente se ocuparon de organizar planes de formación y reciclaje para los funcionarios empleados en actividades de informática, creando inclusive institutos especiales, separados de los sistemas educativos formales.
e) Transmisión de datos: Dos modelos organizativos se observan, pero en ambos se le da gran importancia a este campo: en los Estados Unidos y Canadá se permite la competencia y el desarrollo de redes separadas diversas, en los países europeos se deja a cargo de las autoridades de correos y telecomunicaciones.
f) Prestación de servicios informáticos: Aunque en todos los países se observa que se le asigna un gran papel a las empresas privadas y a la competencia, no es menos importante observar que el Estado crea frecuentemente centros de servicios sectoriales o regionales, fomentando la producción y utilización cooperativa entre varias instituciones.
g) Legislación específica: Alemania y Suecia primero, más tarde Francia y Canadá establecen leyes de protección a la vida privada. En Estados Unidos también desde muy temprano, pero a nivel descentralizado, de los Estados. También se preocupan y dan respuestas diversas acerca de las patentes, el derecho legal sobre uso de las informaciones registradas en computadores, los delitos informáticos, la transferencia electrónica de fondos, etc.
Evidentemente lo cambiante y novedoso de esta tecnología va introduciendo nuevas situaciones a las cuales el aparato administrativo e institucional del Estado va dando progresivamente respuesta. Aparecen así nuevas instituciones y se redefinen funciones en las existentes. Igualmente se desarrolla una panoplia considerable de instituciones no gubernamentales, sobre todo bajo la figura de asociaciones sobre aspectos específicos de la tecnología, o como sociedades técnicas y profesionales, en las que se agrupan los especialistas de este campo, y que van adquiriendo una importante influencia en la orientación del desarrollo del sector”.
Ya para el año 1978, en la Conferencia de Torremolinos, organizada por la Unesco y el IBI, se planteaba claramente que: “La experiencia adquirida por los países desarrollados y por los países en desarrollo muestra que la introducción de la informática en la economía nacional da mejores resultados en los países que disponen de una estrategia nacional en la materia. Frecuentemente se estima que una estrategia como esa debe basarse en un plan director nacional elaborado por un departamento u organismo competente que funcione al nivel de la formulación de la política general y disponga de suficiente poder de planificación, coordinación y control, así como de apropiados recursos financieros y humanos”. (2)
Entre los aspectos que debería contener una estrategia de desarrollo del sector se citaban un conjunto de políticas sectoriales, sobre investigación y desarrollo tecnológico, sobre creación de una industria nacional, adquisiciones, educación y formación de personal, aplicaciones, teleinformática, constitución y funcionamiento de grandes bases de datos, el control del impacto de la informática sobre la sociedad y la definición de una política internacional sobre importaciones y exportaciones de equipos y programas, compra y venta de patentes, licencias y derechos de autor, prestación de asesoría y servicios, cooperación internacional, transferencia de tecnología, normas y acuerdos internacionales.
Respecto a la organización que se habían dado diversos países desarrollados y en desarrollo para mejorar los asuntos concernientes a esta tecnología, se señalaba la existencia de una gran variedad de instituciones, cuyo tipo de organización y funciones pudiera quedar retratado por la siguiente tipología:
a) Sub secretaría de Estado o Comisariado general, tipo de organismo público único que asegura el desarrollo de la informática en la administración pública o en el conjunto del país y la mayoría de las actividades informáticas nacionales, incluyendo la formulación de una política informática.
b) Centro Nacional que crea grupos que trabajan para la administración en aspectos como la formación de técnicos o administradores, la asesoría, prestación de servicios y producción de programas, la investigación y la realización de estudios.
c) Instituciones especiales para centralizar las compras de equipos y de programas, el mantenimiento y la prestación de otros servicios, muchas de las veces con carácter indicativo más que imperativo.
d) Organismos de coordinación.
Es, desde luego, de gran interés observar la gran variedad de casos de distribución de funciones entre las instituciones, para países diferentes, pero no parece oportuno hacerlo aquí porque requeriría de mucho más espacio, y puede verse en las referencias citadas. (1, 2, 4). A continuación trataremos de analizar más específicamente cómo han variado las necesidades de organización en algunos países en vías de desarrollo para tratar de sacar algunas conclusiones aplicables hoy día a nuestro país.